martes, 21 de diciembre de 2010

XENOFOBIA


Xenofobia
¡Y ahora resultará que no somos europeos!
¡Perro extranjero!
Conste que a mi no me importa, que entre nosotros nos entendemos; he tenido entendimientos y peleas con perros vascos, valencianos, alemanes, ingleses, daneses… sin necesitar de ningún discurso, sólo con olernos sabemos de que va nuestro rollo.  Que los humanos son capaces de estar hablando amigablemente un rato largo con alguien y, luego, cuando se van, decir ¡Menudo imbécil!
            Y es que entre nosotros nos caemos bien o mal como individuos, al margen de razas y esas cosas, que no somos xenófobos violentos como las hormigas, aunque tengan buena prensa por lo parecida que es su actividad al frenesí humano, siempre buscando comida con la que alimentar a sus reinas parásitas y otros holgazanes; pero es que además si un individuo de otra tribu se mete por error, despiste o cansancio en su hormiguero, le asesinan sin piedad. ¡Esas si que son racistas y violentas!, tan modositas y trabajadoras ellas. Y tontas, que también son un rato, que no reconocen su individualidad, que si una hormiga se queda sola, no es capaz de sobrevivir y a las 24 horas muere; no es un bicho social, es un bicho estúpido, pero hay que ver como las alaban continuamente.
            Y he oído que mis humanos se quieren juntar con otros para hacer el hormiguero más grande o algo así y dejar de pelear entre ellos, o alimentar mejor a sus jefes entre todos, que algunos ya no pueden hacerlo solos, porque deben tragar más de lo que produce su hormiguero y buscan otras hormigas que alimenten su insaciable apetito y, según creo, lo hacen además para defenderse mejor de otros hormigueros que empiezan a ser grandes.
            Lo que no sé es en lo que nos va a afectar a nosotros, no he oído nada de los derechos de los perros del hormiguero europeo, espero que no nos consideren extranjeros.

Lo que si se es que no se reconocen mis derechos, que si un día se me mueren mis humanos, no tengo derecho a pensión ni nada, que me he enterado que no nos llevan a una residencia, sino que nos asesinan.
 ¡Morir con mis humanos! ¡Y una mierda!
¡Que maten a los trabajadores de una empresa cuando se muera el jefe, a ver que tal!

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